Árboles gigantes como el de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga; luces multicolores como las de Madrid, que adornan las avenidas; centros comerciales que muestran en sus vitrinas tentadoras ofertas y novedades, como las expuestas en la calle londinense Oxford o lugares representativos de las ciudades, adornados con motivos navideños, como la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, son parte de las celebraciones antes de la fiesta principal.
Pero el fervor también se siente en las academias, como en una ubicada en Tokio, en la que los alumnos aprenden a hablar y a moverse como un buen Santa Claus. Algunos ya se graduaron y desfilaron por las calles japonesas.
Falta poco para abrir los regalos y asimismo el corazón, porque Navidad es una fecha de solidaridad, de reflexión y, sobre todo, de amor.
Fuente: http://www.eluniverso.com/
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